lunes, 4 de noviembre de 2013

Drogas: el alcohol.

¿El alcohol hace más tontos a los adolescentes?
Los atracones etílicos dañan la memoria, atención, capacidad para tomar decisiones y favorecen la impulsividad y la depresión.

El consumo intensivo entre los más jóvenes es preocupante y supone la ingesta de grandes dosis de bebidas alcohólicas en un corto periodo de tiempo, en general durante el fin de semana. Se trata de “una mezcla un poco diabólica. Se unen la tolerancia, la buena integración social y cultural del alcohol, el clima que permiten hacer botellón en la calle, con un patrón distinto de la forma de beber mediterránea, que también era excesivo, pero regular y distinta. Este es más anglosajón, con consumos concentrados en poco tiempo, 2 o 3 horas, incluso con sentido instrumental: para entrar en ambiente, que tienen mucho que ver con la manera de integrarse en la diversión”, explica Cadaveira.
 
A largo plazo tiene consecuencias. Entre los cambios estructurales, un menor volumen en el hipocampo, una estructura especialmente plástica, y por tanto vulnerable, fundamental en la memoria y el aprendizaje, según han podido comprobar en un estudio llevado a cabo con universitarios. Los efectos eran detectables al año de iniciar el estudio. También se altera la corteza prefrontal, la parte más evolucionada de nuestro cerebro donde residen “las funciones más humanas”. Esta zona se encarga del control de la conducta “a muchos niveles. Por ejemplo es esencial para corregir el comportamiento cuando estamos equivocados, o el control motor. Es la responsable de que cuando “me apetece algo pueda contenerme, si me perjudica. Estas funciones sufren con el alcohol. Como efecto agudo de una noche y como capacidad cognitiva a la larga”.
La noticia completa la puedes leer en este enlace del periódico ABC.
 
A continuación, en este apartado de Redes, Elsa Punset nos explica algunos de los efectos que tiene el alcohol en los adolescentes y nos propone alternativas de ocio nocturno libres de esta droga.