domingo, 26 de mayo de 2013

Estar en buena forma en la mediana edad podría proteger a los hombres de un cáncer más adelante.

Los hombres que están en buena forma física en la mediana edad tienen un riesgo más bajo de desarrollar y morir de ciertos cánceres, según indica una investigación reciente.


"La forma física es un inmenso predictor del riesgo de cáncer", señaló la Dra. Susan Lakoski, profesora asistente de medicina interna en la Universidad de Vermont, en Burlington. "Hay que estar en buena forma para protegerse de un diagnóstico de cáncer a una edad avanzada".

Los hombres que estaban en buena forma cuando tenían entre 40 y 69 años eran menos propensos a contraer cáncer de pulmón o colorrectal décadas más tarde, según se halló. Los que estaban en buena forma también eran menos propensos a morir de cánceres de próstata, pulmón o colorrectal.

Lakoski presentará su investigación, que fue respaldada por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., el 2 de junio en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology), en Chicago. Aunque otros estudios han hallado que la actividad física protege contra ciertos cánceres, Lakoski comentó que menos estudios han observado la importancia de la forma física para la predicción de si los hombres desarrollarán o morirán de cáncer.

Para el estudio, Lakoski y colegas evaluaron a más de 17,000 hombres que se sometieron a una sola evaluación de la condición cardiovascular como parte de una revisión de salud preventiva en la Clínica Cooper, en Dallas, cuando tenían una edad promedio de 50 años. Los hombres caminaron en una cinta en un régimen de velocidad e inclinación cambiantes. Sus resultados se clasificaron en cinco grupos, desde el nivel más bajo de forma física hasta el más alto. Posteriormente, los investigadores analizaron datos de las reclamaciones de Medicare para identificar a los participantes que habían desarrollado los tres cánceres comunes entre los hombres de EE. UU., de pulmón, colorrectal o de próstata. El tiempo de seguimiento promedio fue de 20 a 25 años. En ese periodo, 2,332 hombres desarrollaron cáncer de próstata, 276 desarrollaron cáncer colorrectal y 277 desarrollaron cáncer de pulmón. Durante el seguimiento murieron 769 hombres, 347 de cáncer, 159 de enfermedad cardiaca y 263 por otras causas.

Los hombres que tenían la mejor condición física en la prueba de la cinta tenían un riesgo un 68 por ciento más bajo de cáncer de pulmón y un riesgo un 38 por ciento más bajo de cáncer colorrectal, en comparación con los hombres que tenían la peor condición física. El riesgo de cáncer de próstata no declinó con un mayor nivel de condición física, pero sí el riesgo de morir de ese cáncer. Incluso una mejora pequeña en la condición física ayudaba, según hallaron los investigadores. Por ejemplo, un hombre de 50 años que mejoraba su condición física de manera que pudiera durar tres minutos más en una cinta podría reducir el riesgo de morir de cáncer en un 14 por ciento y el riesgo de muerte por una enfermedad cardiaca en un 23 por ciento, señaló Lakoski.

Unos niveles bajos de condición física aumentaron el riesgo de cáncer y de enfermedad cardiaca incluso entre los hombres que no eran obesos, según hallaron los investigadores. También tomaron en cuenta otros factores que podrían aumentar el riesgo, como la edad y los hábitos de fumar.

Lakoski enfatizó que la buena noticia es que "no hay que estar en una excelente forma física para obtener la protección". Se halló que salir del grupo que estaba en la peor condición física ofrecía la mayor protección contra el cáncer y las enfermedades cardiacas.

Lakoski halló un vínculo entre la forma física y la protección contra el cáncer, no causalidad. Tampoco puede decir si los hallazgos se aplicarían a las mujeres. Espera que ese sea su próximo tema de estudio.


Fuente: MedlinePlus

sábado, 4 de mayo de 2013

Caminar a paso vivo iguala a correr para la salud cardiaca.

La distancia y no la velocidad, provee los beneficios según afirman los investigadores.

Imagen: galenodigital.net

Caminar a paso vivo es igual de bueno que correr para reducir la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes, tres factores importantes en el desarrollo de la enfermedad cardiaca, halla un estudio reciente. La cuestión es cuánta distancia se camina o corre, no cuánto tiempo, señaló Paul Williams, científico de planta del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en Berkeley, California. "Ambas actividades reducen los factores de riesgo y si se gasta la misma cantidad de energía se obtiene el mismo beneficio", aseguró Williams. La clave fue que mientras más caminaban o corrían las personas cada semana, más mejoraba su salud, señaló.

Los hallazgos sugieren que "ahora hay cierta elección sobre el ejercicio que se desea hacer", planteó. Para algunas personas, correr es más conveniente, mientras que otras prefieren caminar, sobre todo las personas que apenas comienzan a hacer ejercicio, dijo. La ventaja de correr es que se puede cubrir el doble de distancia en el mismo tiempo que al caminar, apuntó Williams. Sin embargo, Williams se refiere a caminar a paso vivo. "Caminar para hacer ejercicio. No ir a un paso lento, sino realmente caminar para hacer ejercicio", explicó. 

Para el estudio, que aparece en la edición en línea del 4 de abril de la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, Williams y el Dr. Paul Thompson, cardiólogo del Hospital de Hartford en Connecticut, recolectaron datos del Estudio nacional de salud de los corredores y del Estudio nacional de salud de los caminantes. Participaron más de 33,000 corredores y casi 16,000 caminantes. Los corredores y los caminantes tenían entre 18 y 80 años de edad, pero la mayoría estaba en la cuarentena y la cincuentena, anotaron los autores del estudio. Durante seis años, tanto correr como caminar llevaron a reducciones similares en el riesgo de hipertensión, colesterol alto y diabetes, y quizás incluso de la enfermedad cardiaca, hallaron los investigadores.
Específicamente, Williams y Thompson hallaron que:
  • Correr redujo el riesgo de hipertensión en un 4.2 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 7.2 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de colesterol alto en un 4.3 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 7 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de diabetes en un 12.1 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 12.3 por ciento.
  • Correr redujo el riesgo de enfermedad cardiaca en un 4.5 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 9.3 por ciento.
El Dr. Gregg Fonarow, portavoz de la Academia Americana del Corazón (American Heart Association) y profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que está bien establecido que realizar actividad física regular mantiene la salud cardiovascular y reduce el riesgo de eventos cardiovasculares, accidente cerebrovascular y muerte prematura. 

La Asociación Americana del Corazón y otras organizaciones recomiendan mucho la actividad física regular para la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular, añadió.
"Esos hallazgos sugieren un beneficio similar con unos gastos energéticos similares con el ejercicio, independientemente de la intensidad", señaló Fonarow. "Sin embargo, para los que son capaces de participar en un ejercicio más vigoroso, esa estrategia podría ser más eficiente en cuanto al tiempo".

Otras investigaciones que usaron datos de los estudios sobre los caminantes y los corredores hallaron que, para perder peso, correr supera a caminar. El estudio aparece en la edición de abril de la revista Medicine & Science in Sports & Exercise.

Fuente: MedlinePlus