Incluso los niños delgados están en riesgo, señala un estudio, enfatizando la importancia del ejercicio.
Los adolescentes que tienen sobrepeso o unos
niveles bajos de aptitud física se enfrentan a un mayor riesgo de
desarrollar hipertensión en la mediana edad, encuentra un nuevo estudio
de gran tamaño.
Las personas que tenían sobrepeso y estaban fuera
de forma en la adolescencia presentaban el riesgo más alto, reportaron
los investigadores en la edición del 19 de enero de la revista JAMA Internal Medicine.
Pero
incluso los adolescentes delgados estaban en riesgo de sufrir problemas
en el futuro con la presión arterial si sus niveles de aptitud física
eran bajos. Y la hipertensión es grave, ya que aumenta el riesgo de
accidente cerebrovascular, enfermedad cardiaca, enfermedad renal y
muerte prematura, anotaron los investigadores.
Los expertos
afirman que los hallazgos, que se basan en más de 1.5 millones de
hombres suecos a quienes se siguió durante 26 años, resaltan unos
cuantos puntos importantes. Uno es que la actividad física importa,
independientemente del peso.
Y eso va más allá de la presión
arterial, dijo el Dr. Carl "Chip" Lavie, director médico de
rehabilitación y prevención cardiacas del Centro Médico Ochsner, en
Nueva Orleáns. "Sabemos por muchos estudios, incluso los que mis
colegas y yo hemos publicado, que para la supervivencia a los eventos
cardiovasculares mayores y en términos generales, la aptitud física es
incluso más importante que el hecho de estar gordo para predecir el
riesgo de una persona", dijo Lavie, coautor de un editorial publicado
junto al estudio.
El Dr. Casey Crump, investigador líder del
trabajo, se mostró de acuerdo en que la aptitud física es importante
para todo el mundo, y que la delgadez no equivale a una buena salud. "Una
buena aptitud aeróbica tiene beneficios importantes, aunque se tenga un
IMC normal", dijo Crump, profesor asociado de medicina del Centro
Médico de la Universidad de Stanford en Stanford, California. Dijo
que lo mismo sucede con las personas que tienen un IMC (una medida del
peso en relación con la estatura) alto. Incluso aunque la gente no baje
tanto de peso como quisiera con el ejercicio, de cualquier forma está
haciendo algo positivo para su salud, afirmó Crump.
Aún así,
añadió, en este estudio el peso a los 18 años de edad fue un predictor
más potente de la hipertensión que los niveles de aptitud física. Así
que idealmente, dijo Crump, los adultos jóvenes deben tener una buena
aptitud física, comer bien y tener un peso saludable.
Pero "sabemos que muchos jóvenes no cumplen con las directrices sobre la actividad física", lamentó Crump. Las
directrices del gobierno de EE. UU. indican que los niños de 6 a 17
años de edad deben hacer al menos una hora de ejercicio al día,
principalmente en forma de actividades aeróbicas como correr, montar
bicicleta y bailar.
Pero menos del 30 por ciento de los
estudiantes de secundaria alcanzan esa meta, según los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Crump dijo que los nuevos hallazgos subrayan la importancia de cambiar esa tendencia. "El
'tiempo de pantalla' excesivo (frente a la televisión y la computadora)
ha hecho que toda nuestra sociedad sea más sedentaria, incluso los
niños", señaló Crump. "Probablemente eso explica gran parte de la
epidemia actual de obesidad".
Los hallazgos actuales se basan en
más de 1.5 millones de hombres suecos alistados en el ejército entre
1969 y 1997, y a quienes se siguió durante un promedio de 26 años. En
ese periodo, al 6 por ciento les diagnosticaron hipertensión, y el
riesgo se relacionó tanto con el peso como con la aptitud física a los
18 años, concluyeron los investigadores. Los hombres que tenían
sobrepeso o eran obesos a los 18 años tenían más del doble de riesgo que
sus compañeros de peso normal. Y aquellos cuyos niveles de aptitud
física se hallaban en el tercio inferior tenían un riesgo un 50 por
ciento más alto que los del tercio superior, encontró el estudio.
A
los hombres jóvenes que eran gordos y tenían unos niveles bajos de
aptitud física les fue incluso peor. Su riesgo de al final desarrollar
hipertensión fue 3.5 veces más alto, frente a los hombres jóvenes de
peso normal y buena aptitud física.
Crump dijo que en parte eso
podría reflejar el estilo de vida. Los jóvenes con hábitos saludables
con frecuencia continúan teniéndolos en la adultez.
Lavie se mostró de acuerdo, pero añadió que algunos efectos cardiovasculares podrían conformarse a principios de la vida. "Algunos
cambios vasculares podrían comenzar por el IMC alto y/o los niveles
bajos de aptitud física en un momento muy temprano de la vida, lo que
podría aumentar el riesgo a largo plazo de enfermedad vascular", señaló.
Para
Lavie, el denominador común es el ejercicio regular, que puede ayudar a
mantener un peso saludable y mejorar la aptitud física. "Personalmente
creo que una actividad física baja podría ser la mayor amenaza para la
salud en el siglo XXI", advirtió.
Lavie enfatizó la importancia
de que los padres lideren con el ejemplo. La actividad física debe ser
parte de la rutina diaria de la familia, dijo.
El estudio fue
financiado por el gobierno de EE. UU. y el de Suecia. Lavie ha trabajado
de conferencista de la Coca-Cola Company sobre temas de ejercicio,
aptitud física y obesidad.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Casey Crump, M.D., Ph.D., associate professor, medicine,
Stanford University Medical Center, Stanford, Calif.; Carl "Chip"
Lavie, M.D., medical director, cardiac rehabilitation and prevention,
Ochsner Heart and Vascular Institute, Ochsner Medical Center, New
Orleans; Jan. 19, 2016, JAMA Internal Medicine, online
Fuente: MedlinePlus