sábado, 5 de marzo de 2016

Los adolescentes con mala forma física podrían enfrentarse a un riesgo posterior de hipertensión.

Incluso los niños delgados están en riesgo, señala un estudio, enfatizando la importancia del ejercicio.
Imagen: http://www.soymaratonista.com


Los adolescentes que tienen sobrepeso o unos niveles bajos de aptitud física se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar hipertensión en la mediana edad, encuentra un nuevo estudio de gran tamaño. 

Las personas que tenían sobrepeso y estaban fuera de forma en la adolescencia presentaban el riesgo más alto, reportaron los investigadores en la edición del 19 de enero de la revista JAMA Internal Medicine.

Pero incluso los adolescentes delgados estaban en riesgo de sufrir problemas en el futuro con la presión arterial si sus niveles de aptitud física eran bajos. Y la hipertensión es grave, ya que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad cardiaca, enfermedad renal y muerte prematura, anotaron los investigadores. 

Los expertos afirman que los hallazgos, que se basan en más de 1.5 millones de hombres suecos a quienes se siguió durante 26 años, resaltan unos cuantos puntos importantes. Uno es que la actividad física importa, independientemente del peso.

Y eso va más allá de la presión arterial, dijo el Dr. Carl "Chip" Lavie, director médico de rehabilitación y prevención cardiacas del Centro Médico Ochsner, en Nueva Orleáns. "Sabemos por muchos estudios, incluso los que mis colegas y yo hemos publicado, que para la supervivencia a los eventos cardiovasculares mayores y en términos generales, la aptitud física es incluso más importante que el hecho de estar gordo para predecir el riesgo de una persona", dijo Lavie, coautor de un editorial publicado junto al estudio.

El Dr. Casey Crump, investigador líder del trabajo, se mostró de acuerdo en que la aptitud física es importante para todo el mundo, y que la delgadez no equivale a una buena salud. "Una buena aptitud aeróbica tiene beneficios importantes, aunque se tenga un IMC normal", dijo Crump, profesor asociado de medicina del Centro Médico de la Universidad de Stanford en Stanford, California. Dijo que lo mismo sucede con las personas que tienen un IMC (una medida del peso en relación con la estatura) alto. Incluso aunque la gente no baje tanto de peso como quisiera con el ejercicio, de cualquier forma está haciendo algo positivo para su salud, afirmó Crump.

Aún así, añadió, en este estudio el peso a los 18 años de edad fue un predictor más potente de la hipertensión que los niveles de aptitud física. Así que idealmente, dijo Crump, los adultos jóvenes deben tener una buena aptitud física, comer bien y tener un peso saludable.

Pero "sabemos que muchos jóvenes no cumplen con las directrices sobre la actividad física", lamentó Crump. Las directrices del gobierno de EE. UU. indican que los niños de 6 a 17 años de edad deben hacer al menos una hora de ejercicio al día, principalmente en forma de actividades aeróbicas como correr, montar bicicleta y bailar.

Pero menos del 30 por ciento de los estudiantes de secundaria alcanzan esa meta, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Crump dijo que los nuevos hallazgos subrayan la importancia de cambiar esa tendencia. "El 'tiempo de pantalla' excesivo (frente a la televisión y la computadora) ha hecho que toda nuestra sociedad sea más sedentaria, incluso los niños", señaló Crump. "Probablemente eso explica gran parte de la epidemia actual de obesidad".

Los hallazgos actuales se basan en más de 1.5 millones de hombres suecos alistados en el ejército entre 1969 y 1997, y a quienes se siguió durante un promedio de 26 años. En ese periodo, al 6 por ciento les diagnosticaron hipertensión, y el riesgo se relacionó tanto con el peso como con la aptitud física a los 18 años, concluyeron los investigadores. Los hombres que tenían sobrepeso o eran obesos a los 18 años tenían más del doble de riesgo que sus compañeros de peso normal. Y aquellos cuyos niveles de aptitud física se hallaban en el tercio inferior tenían un riesgo un 50 por ciento más alto que los del tercio superior, encontró el estudio.

A los hombres jóvenes que eran gordos y tenían unos niveles bajos de aptitud física les fue incluso peor. Su riesgo de al final desarrollar hipertensión fue 3.5 veces más alto, frente a los hombres jóvenes de peso normal y buena aptitud física.

Crump dijo que en parte eso podría reflejar el estilo de vida. Los jóvenes con hábitos saludables con frecuencia continúan teniéndolos en la adultez.

Lavie se mostró de acuerdo, pero añadió que algunos efectos cardiovasculares podrían conformarse a principios de la vida. "Algunos cambios vasculares podrían comenzar por el IMC alto y/o los niveles bajos de aptitud física en un momento muy temprano de la vida, lo que podría aumentar el riesgo a largo plazo de enfermedad vascular", señaló.

Para Lavie, el denominador común es el ejercicio regular, que puede ayudar a mantener un peso saludable y mejorar la aptitud física. "Personalmente creo que una actividad física baja podría ser la mayor amenaza para la salud en el siglo XXI", advirtió.

Lavie enfatizó la importancia de que los padres lideren con el ejemplo. La actividad física debe ser parte de la rutina diaria de la familia, dijo.

El estudio fue financiado por el gobierno de EE. UU. y el de Suecia. Lavie ha trabajado de conferencista de la Coca-Cola Company sobre temas de ejercicio, aptitud física y obesidad.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Casey Crump, M.D., Ph.D., associate professor, medicine, Stanford University Medical Center, Stanford, Calif.; Carl "Chip" Lavie, M.D., medical director, cardiac rehabilitation and prevention, Ochsner Heart and Vascular Institute, Ochsner Medical Center, New Orleans; Jan. 19, 2016, JAMA Internal Medicine, online

Fuente: MedlinePlus