El nombre de miostatina no resulta familiar a todo
el mundo. Se trata de un factor de crecimiento metabólico de la familia
de las proteínas cuya función principal es la inhibición del crecimiento muscular.
Richard Sandrak y Liam Hoekstra
El bloqueo de esta hormona desencadena un gran aumento en la masa muscular,
principalmente cuando existe un estimulo que lo desencadene como el
entrenamiento con pesas. Pero además, la miostatina también influye en
el nivel de grasa corporal.
Tanto es así, que en los últimos años han aparecido en medios de
comunicación niños pequeños con una fuerza y una musculatura
desproporcionadas, como Liam Hoekstra y Richard sandrak, haciendo pensar
a la gente que sus padres serían los artífices de tal resultado
mediante un exhaustivo y poco ético entrenamiento. Pero nada más lejos
de la realidad, se trata de niños con una enfermedad congénita que bloquea la miostatina y permite un crecimiento anómalo de la masa muscular y una reducción considerable de la grasa corporal.
En este estudio
con roedores publicado en diabetología se descubrió que inhibiendo la
miostatina mediante farmacología el nivel de grasa corporal disminuía.
El bloqueo de esta hormona incrementó la degradación y consumo de de la
grasa corporal así como también la activación de los genes que controlan
la actividad de la grasa parda o marrón, promoviendo este tipo de
grasa.
La grasa parda o marrón es un tejido que convierte la energía en calor
en vez de almacenarse como grasa, lo que se conoce como termogénesis.
Este consumo de energía para aumentar la tempertura corporal se debe
entre otras cosas a la alta concentración de mitocondrías en este tipo
de células.
Actualmente se ha probado eficazmente en roedores y la idea es poder
implantarlo en humanos. Este tipo de estudios contribuyen al desarrollo
de fármacos que tienen como objetivo la miostatina pudiendo servir para
el tratamiento de la obesidad, entre otras patologías.
Para saber más:
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