El periodo del día en el que somos más propensos a padecer un infarto es entre las 7:00 y las 12:00 aproximadamente. Esto es así debido a tres factores de nuestro ciclo circadiano:
- El aumento de la presión sanguínea.
- La mayor viscosidad de la sangre.
- La incapacidad de los vasos sanguíneos de agrandarse tanto como por la tarde.
La formación de ateroma en las paredes arteriales está asociada a la inflamación de bajo grado debido, principalmente, al exceso de consumo de grasas y azúcares insaludables en la dieta y al sedentarismo. El ejercicio regular, sin embargo, aumenta el colesterol HDL que "limpia" las arterias de esta placa.
En este vídeo podemos ver el proceso que desemboca en un infarto de miocardio.
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