Aunque comience a una edad tardía, la actividad física puede ayudar a conservar la capacidad mental.
Los adultos mayores que se mantienen activos podrían ayudar a reducir sus probabilidades de perder capacidades mentales, según sugieren dos nuevos estudios.
"Observamos una medida objetiva de actividad física. La mayoría de estudios anteriores observaban niveles autorreportados de actividad física, que siempre conllevan cierto error inherente", señaló la autora líder del primer estudio Laura E. Middleton, del Centro de Recuperación del Accidente Cerebrovascular de la Heart and Stroke Foundation, en el Instituto de Investigación Sunnybrook, en Toronto.
Al usar esta medida, los investigadores hallaron que los que estaban más físicamente activos tenían un riesgo 90 por ciento más bajo de desarrollar un declive cognitivo significativo, en comparación con los que estaban menos físicamente activos, apuntó.
"Debido a que este método puede capturar todos los tipos de actividad física, esto sugiere que la actividad física de baja intensidad podría ser importante", señaló Middleton. "No se trata solo de trotar, nadar o montar bicicleta, sino que tal vez tan solo moverse por la casa, realizar tareas, caminar al aire libre podría también ser una protección importante contra el deterioro cognitivo".
"No debemos solo animar a la gente a hacer ejercicio, sino disuadirles de ser sedentarias", añadió.
En el segundo estudio, un equipo liderado por Marie-Noel Vercambre de la Fundación de Salud Pública de la Mutuelle Generale de l'Education Nationale en París, observó el efecto de la actividad física en mujeres que participaron en el Estudio cardiovascular de antioxidantes en las mujeres, que incluyó a mujeres con enfermedad vascular y tres o más factores de riesgo de enfermedad cardiaca.
Los investigadores hallaron que las mujeres más físicamente activas tenían las tasas más bajas de desarrollo de declive cognitivo. Además, las mujeres que hacían caminatas a paso vivo por 30 minutos cada día, o su equivalente, tenían un riesgo más bajo de deterioro cognitivo.
El Dr. Eric B. Larson, del Instituto de Investigación en Salud Grupal de Seattle y autor de un editorial acompañante en la revista, comentó que la asociación entre la actividad física y la capacidad mental probablemente tenga que ver con la salud vascular general.
"A medida que envejecemos, es probable que nuestros cerebros puedan soportar menos estrés", comentó. Pero el ejercicio mejora la salud vascular, añadió.
Larson cree que los beneficios del ejercicio sobre la capacidad mental pueden acumularse incluso si uno comienza a hacer ejercicio a una edad avanzada. "Podría haber incluso más beneficio, porque el estado es más arriesgado", dijo. "Para una persona mayor, simplemente seguir caminando es un beneficio inmenso".
Incluso tras el inicio de la demencia, el ejercicio puede resultar beneficioso, aseguró Larson. "Caminar una, dos o cuatro veces por semana con un cuidador lleva a mejores resultados y una persona más feliz", afirmó.
Fuente: MedlinePlus
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