Según un reciente estudio publicado en Current Biology, el ejercicio físico practicado cuatro horas después del aprendizaje mejora la memoria y aumenta la actividad del hipocampo.
Fuente: elpais.com
“Basado en investigaciones anteriores que demostraban la importancia del
 proceso neuronal en la retención de la memoria hemos introducido el 
análisis del hipocampo", explican los investigadores en su estudio. "La 
hipótesis era que el ejercicio físico influye, a nivel fisiológico, en 
los neurotransmisores —como la dopamina y la noradrenalina— que trabajan
 en el aprendizaje, y por tanto afectará a la memoria. De esta forma, el deporte podría producir diferencias en los patrones de respuesta neuronal que se activan con los recuerdos”.
Según este estudio, nuestro rendimiento académico no mejorará si hacemos
 ejercicio inmediatamente después de estudiar, pero sí cuatro horas 
después.
Neurocientíficos como John Ratey han expuesto la urgencia de mantener activo el cuerpo para que el cerebro no envejezca
 antes de tiempo. Si desde los primeros homínidos el cerebro estaba 
diseñado para moverse, avanzar, cazar y sobrevivir, con la evolución 
llegó la palabra y el pensamiento abstracto, pero el músculo cerebral 
era el mismo. De ahí que su funcionamiento siga muy relacionado con 
nuestra actividad física. Y que el sedentarismo literalmente “mate” —en 
palabras del científico— a nuestro cerebro. 
Artículo completo en EL PAÍS Buenavida. 
 


 
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