jueves, 14 de julio de 2022

Una sociedad perdida.

Somos el resultado de nuestras experiencias previas. Da igual que tengas 14 años o 74. Lo que somos cada uno es producto de un continuo proceso de aprendizaje desde que nacemos. Sin embargo, la persona con 74 años ha vivido más que la de 14 y tiene una perspectiva más amplia de la vida. Por ello, siempre me ha gustado escuchar lo que tienen que decir las personas mayores que yo.

La niñez y la adolescencia son unas épocas fascinantes en las que nos vamos formando una imagen del mundo que nos ha tocado vivir, pero es una imagen incompleta puesto que hemos vivido muy poco hasta llegar a ella. Sin embargo, es común entre los niños y adolescentes pensar que saben más que sus padres y profesores, aunque en parcelas muy específicas del conocimiento sí que sea así.

La cantidad de información a la que nos exponemos diariamente desde la llegada de los smartphones, hace algo más de una década, es apabullante. Nunca antes en la historia de la humanidad hemos tenido tanto entretenimiento ni una información tan confusa como en este momento. En internet tenemos tanto informaciones positivas como negativas sobre cualquier tema, por lo que a veces es difícil diferenciar lo verdadero de lo falso. De hecho, en breve el perfeccionamiento de la tecnología de "deep fake" (cambiar la cara de una persona por otra) hará que sea imposible diferenciar un video real de uno falso.

Este gran desarrollo tecnológico nos está llevando a una sociedad perdida en la que ya no sabemos lo que es real de lo que no, lo que está bien de lo que está mal o lo que es bueno para nuestra salud y lo que no. Vivimos rodeados de aplicaciones que pueden ser consideradas "ladrones de tiempo" (WhatsApp, Facebook, Instagram, TikTok, entre otras) y el tiempo es lo más valioso que tenemos porque nunca vuelve. Este problema ya lo abordaron filósofos como Séneca hace más de 2000 años, solo que ahora está multiplicado por mil.

Por ello, puesto que debido a tu edad no has conocido cómo era la vida antes de los smartphones y lo "normal" para ti es vivir como lo haces actualmente, me gustaría hacerte una serie de preguntas seguidas de algunas reflexiones al respecto, por si te pudieran ser de utilidad.

  • Cuando te levantas por la mañana, ¿una de las primeras cosas que haces es mirar las notificaciones del móvil? Si es así, piensa que quizá la mayoría de esas notificaciones no sean tan importantes como ir al baño, asearte o desayunar tranquilamente. Lo más seguro es que esas notificaciones puedan esperar.
  • Cuando estás con tu familia o amigos, ¿sueles mirar el móvil a menudo? Prestarle atención a tus seres queridos y vivir el momento presente es clave para vivir una vida plena. Compartir el tiempo con otras personas es lo que más felicidad te dará y lo que recordarás en el futuro. De la mayoría de las cosas que hayas visto en el móvil probablemente no te acordarás mañana.
  • ¿Sueles enlazar un vídeo con otro o juegas a videojuegos de manera que pasas horas entretenido pero sin hacer nada productivo? Chequea en tu móvil cuántas horas le dedicas al día a cada aplicación y plantéate si han merecido la pena o si, por el contrario, ese tiempo se lo podías haber dedicado al estudio, hacer deberes, estar con tu familia y amigos o, en definitiva, a vivir tu vida en vez de ver la de los demás.
  • Cuando estudias en tu habitación, ¿tienes el móvil a la vista y/o con algún sonido activado para recibir las notificaciones? Para aprender se necesita concentración y tiempo. Es imposible concentrarse si cada vez que entra una notificación miramos el móvil. Mejor ponlo en silencio y alejado de la vista. Se ha comprobado que incluso tener el móvil a la vista hace que se distraiga la atención, aunque no emita ningún sonido.
  • ¿Controlas el móvil o el móvil te controla a ti? Si cada vez que suena una notificación miras el móvil, eres un esclavo del aparato. Sería mejor si desactivas las notificaciones y solo te metes en cada aplicación durante un tiempo determinado que tú elijas a lo largo del día.
  • Cuando estás en clase, ¿estás deseando que acabe la sesión para mirar el móvil o eres incapaz de pasar toda la sesión sin mirarlo? Quizá tengas adicción a este aparato y a sus aplicaciones. De hecho, grandes directivos de empresas de informática como Steve Jobs y Bill Gates no permitían a sus hijos menores el uso de estos aparatos debido a que conocían su gran poder adictivo. De hecho, las aplicaciones que más triunfan están diseñadas para captar tu atención y que pases el mayor tiempo posible en ellas.
  • ¿Te sientes desgraciado/a porque tu vida, tus habilidades y tu aspecto físico no son como los de la gente a la que sigues? Ten en cuenta que lo que se muestra en redes sociales es siempre lo positivo. Nadie cuenta sus miserias. Se elige la mejor foto en la mejor pose con el mejor filtro. Probablemente hayan necesitado hacerse muchísimas fotos para elegir aquella en la que salen mejor o repetir un vídeo mil veces hasta que les sale el truco a la perfección. En la mayoría de los casos sus vidas no son mejores que la tuya. Puede que incluso sean peores y por eso necesitan un constante reconocimiento diario por medio de likes a sus multiples fotos y vídeos. No te compares con algo que es irreal o, al menos, es una parte muy pequeña y seleccionada de la realidad.
  • Por la noche, ¿sueles estar mirando la pantalla del móvil o la tablet antes de acostarte? La luz que emiten estos aparatos, también llamada luz azul, se asemeja a la que produce el sol en las horas centrales del día, por lo que esto impedirá que produzcas melatonina (hormona responsable del sueño) y, por lo tanto, que te cueste dormir. Pon un filtro de luz azul en estos aparatos por la noche.
  • ¿Te sueles acostar tarde mirando el móvil? Un sueño de alrededor de 8-9 horas es fundamental para el buen funcionamiento de tu cerebro y de tu cuerpo en general. Si te levantas a las 8 de la mañana para ir al instituto, no deberías acostarte más allá de las 12 de la noche. Además, mientras estés mirando el móvil tu cerebro seguirá activo, por lo que te costará más dormirte. Utiliza la cama solo para dormir. No estés tumbado mirando el móvil antes de acostarte. El cerebro asocia la posición tumbada a dormir. Si adoptas esta posición antes de dormirte se romperá esa asociación y también te costará más conciliar el sueño.

Si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena! Eres de los pocos afortunados que pueden mantener la atención leyendo un texto durante unos minutos y que se preocupan por su porvenir. Si esto lo haces a menudo probablemente te vaya mejor que aquellos que son incapaces de mantener la atención. La mayoría de aplicaciones utiliza mensajes cortos de 140 caracteres (Twitter) o vídeos cortos de pocos minutos o segundos (Instagram, TikTok), por lo que nuestro cerebro se acostumbra a esos intervalos y cada vez nos cuesta más mantener la atención para aprender cosas con mayor profundidad.

Me gustaría que continuases aprendiendo sobre este tema aconsejándote encarecidamente que leas este artículo de Fitness Revolucionario titulado Peligros de las Redes Sociales, Adicción a la Información y Necesidad de Aprobación.

Recuerda que solo tú puedes cambiar tu vida y tu destino.




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