Tu mejor versión.

Observa la gráfica con detenimiento y, a continuación, te propondré algunas reflexiones al respecto.

En la imagen se muestra una aproximación de cómo varía el nivel de condición física (fuerza, resistencia, velocidad, entre otras capacidades) a lo largo de la vida en una misma persona dependiendo de si es deportita o sedentaria. La flexibilidad, sin embargo, se va reduciendo desde el nacimiento si no se entrena.

En ambas gráficas (azul y roja) tanto si la persona es deportista como si es sedentaria se observa lo siguiente:

• El punto de partida es el nacimiento, que es cuando se tiene el menor nivel de condición física en toda la vida.
• Durante la niñez y adolescencia se produce un gran aumento de todas las capacidades al tiempo que el cuerpo va creciendo y madurando.
• Alrededor de los 30 años se alcanza el mayor nivel de fuerza y resistencia. En otras palabras, a esta edad se alcanza el máximo potencial de una persona a nivel físico.
• A partir de esta edad se suele producir un descenso progresivo de todas las capacidades físicas.

Sin embargo, las dos situaciones son totalmente diferentes. Ten en cuenta lo siguiente:

1. Durante la adolescencia, una persona deportista aumentará su condición física muchísimo más que una persona sedentaria. Eso determinará su estado de salud y calidad de vida el resto de su vida. Esta etapa es crucial porque determinará el tipo de persona que será en el futuro.
2. A los 30 años el nivel de condición física de la persona deportista alcanza su máximo potencial genético (el 100% de lo que esa persona puede llegar a hacer), mientras que la persona sedentaria se ha quedado en el 50% o menos. En otras palabras, ha desperdiciado la mitad de lo que podría haber sido su mejor versión de ella misma.
3. A partir de esta edad, la persona deportista va descendiendo poco a poco su nivel, puesto que sigue entrenando. La persona sedentaria, por el contrario, ve reducidas sus capacidades mucho más rápido a lo largo de los años, puesto que no hace nada por mejorarlas.
4. Alrededor de los 80 años la persona deportista aún posee el 75% de su máximo potencial, mucho más que lo que alcanzó la persona sedentaria a los 30 años. En cambio, esta última habrá visto reducida su condición física a un 5%, lo que significa que habrá perdido su autonomía, apenas podrá andar y acabará postrada en una cama o sillón el resto de sus días. Si quieres hacerte una idea de esta situación pincha en este enlace.
   

Por último, te dejo dos citas célebres muy relacionadas con este tema sobre las que deberías reflexionar.