Las personas con obesidad no actúan como las que no la tienen. Su fisiología es diferente y se retroalimenta con su condición de exceso de grasa corporal. Para entender esta situación, el doctor Borja Bandera entrevista al nutricionista y entrenador Ismael Galancho.
Algunas de las conclusiones que se pueden extraer son las siguientes:
- El esfuerzo que tienen que hacer las personas obesas para moverse es mucho mayor que para las personas con normopeso, no solo por su exceso de peso, sino también a nivel psicológico por una cuestión de neurotransmisores alterados.
- Tienen una mayor respuesta a los estímulos visuales causados por la comida y al sabor hiperpalatable de la comida ultraprocesada.
- Tienen resistencia a la leptina, una hormona que produce la sensación de saciedad. Por lo tanto, comen más de lo que su cuerpo necesita y no se ven saciados.
- La gordofobia de la sociedad empeora su situación, ya que sienten vergüenza al ir al gimnasio o al hacer ejercicio en lugares públicos.
- El contexto de cada persona es diferente del resto. Por ello, antes de juzgar a las personas hay que pensar que quizá, si tú estuvieras en esa situación, actuarías igual.
- Es un hecho contrastado que tener obesidad repercute negativamente en la salud.
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